Oratoria es aquella actividad de comunicación que se establece entre el hombre, las organizaciones y sus públicos, a través de ese peculiar medio de comunicación que es la persona, mediante el gesto y la palabra.
Así, el curso abarca tres áreas:
La primera de ellas hace referencia a la creación del mensaje, la idea a transmitir a través de la Oratoria que, como toda actividad de comunicación ‑y para que ésta se establezca adecuadamente‑, ha de estar de acuerdo con el promotor de la misma, el público al que se dirige, la situación que afecta a ambos, el lugar donde ha de lograrse y la persona o medio que la ha de realizar.
La segunda trata del conocimiento del lenguaje como ergon ‑obra ya realizada, lenguaje creado y definido, dispuesto para su utilización‑ y del lenguaje como energía ‑fuerza creadora y de actividad‑. Por ello, el lenguaje en cuanto actividad o hecho real va mutuamente unido al individuo, considerado como sistema expresivo total del lenguaje. Con un sentido supra individual, vive virtualmente en la comunidad social de los habitantes. Su mejor conocimiento nos permitirá la más adecuada utilización del mismo.
La tercera atiende a la mejora de la persona que habla, del medio peculiar de esta actividad de comunicación. Como tal persona, la mejora a la que hacemos referencia supone, por un lado, la adquisición de valores, de aquellos valores que son propios de su ser personal, competencias o virtudes; por otro, como instrumento de la comunicación, lo que podríamos llamar la mejora técnica, apariencia, gesto, voz, entonación... es decir, interpretación, ya que el orador, como medio, es un actor que se interpreta a sí mismo.
Como toda actividad de comunicación, la Oratoria es una tarea compleja que tiene que conjugar todas estas áreas a las que hacemos referencia de acuerdo con las leyes de comunicación que le son propias; nos será obligada la referencia a la teoría de la comunicación humana y a las leyes psicológicas y sociológicas que la afectan.
Del conocimiento del idioma y de sus posibilidades, de sus géneros y subgéneros, extraemos el material necesario para la confección del mensaje, y serán la base para la actividad creadora que supone la actividad oral.
Asimismo, las posibilidades técnicas actuales nos permitirán la utilización de elementos auxiliares para nuestra comunicación y enriquecerán la creatividad para una mejor codificación de las ideas a transmitir en nuestros mensajes. Por ejemplo, la posible utilización de micrófono, transparencias, vídeos, diapositivas, música, etc.
Todo ello acorde con la personalidad y cualidades del orador como medio para conseguir el objetivo de la Oratoria: la más adecuada comunicación.
OBJETIVOS
Los alumnos de este curso de Oratoria entran en contacto con una realidad que, si bien por parte les es habitual o debería serlo para alumnos de nivel superior, por otra parte les resulta (al menos a una gran mayoría), por su enfoque y objetivos, desconocida y plena de una cierta responsabilidad no exenta de temor.
Se sienten culpables de no saber hacerlo bien y consideran, no sin razón, que al juzgar lo que ellos dicen y como lo dicen, se les va a valorar como personas y como estudiantes.
Por ello, este curso tiene como objetivo fundamental ayudarles a descubrir la esencia de la comunicación, la mejor codificación en el lenguaje adecuado, en este caso la palabra, de las ideas que quieren hacer partícipes a sus oyentes. Así esta materia tiene como objetivo hacer pensar a los alumnos, para que extraigan del sujeto promotor, el público, la situación, el cuándo, el quién, el dónde, y la mejor idea o ideas que, adecuadamente codificadas en el lenguaje, permitan esa puesta en común.
Las ideas son consecuencia de la reflexión, del estudio, de la experiencia relacionante ‑deductiva o inductiva‑ del hombre, como consecuencia de su ser inteligente y de su capacidad de juicio.
Una vez concertadas las ideas, el esfuerzo creador del orador está determinado por la codificación de las mismas y del orden y del argumento idóneo para su transmisión.
He aquí el segundo objetivo: la sensibilización de la idea o ideas en el lenguaje más acorde con la finalidad de la comunicación, atendiendo a los componentes afectivos y racionales de los públicos elegidos y de acuerdo con el lenguaje existente en cada lugar y tiempo.
Para ellos es necesario el más exacto conocimiento del lenguaje, y será su estudio un objetivo prioritario. La descripción, el cuadro, el retrato, la narración, el carácter, el paralelo, la fábula… y las técnicas que les son propias, configurarán el logro del presente objetivo.
No obstante, el lenguaje es algo vivo también, y los alumnos habrán de desarrollar y crear las formas oportunas para la mejor codificación de las ideas.
En tercer lugar ‑y algunos identifican este objetivo como la Oratoria‑ el objetivo consiste en la mejora del orador como medio de comunicación. El orador, intérprete de su discurso. La voz, la respiración, técnicas de respiración y pronunciación, técnicas de articulación, seguridad, autoconfianza, el gesto, la mirada, el aspecto, la memoria, el guión, etc. Las prácticas continuas y la enseñanza de las técnicas adecuadas nos ayudarán a cubrir este objetivo último que, con los dos anteriores logra el objetivo general de hacer de los alumnos buenos comunicadores.
Organiza el Curso: el Centro de Estudios Ánade en colaboración con el Instituto de Ciencias de la Comunicación. (Número de alumnos: máximo 12) El Curso consta de 32 horas teórico-prácticas) (horario a concretar con los alumnos)
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Profesor: D. Miguel Ángel Albás Mínguez
Información e inscripciones en el Centro Cultural Ánade Paseo Rosales 26, local 4. 50.008 Zaragoza Tf. 976 27 44 26 y 628 40 42 42