Por su curiosidad e interés reproducimos el artículo publicado en «Parpa», revista mensual del Centro cultural Ánade, en el mes de mayo de 1977 y firmada por Miguel Ángel Albás hoy director de Noticias Jóvenes.
» 31 de abril de 1.977, cuatro de la tarde, un autocar con chicos y chicas mayores del Centro Cultural Ánade emprende viaje a Aragüés del Puerto. Dirigen la expedición María Jesús Duato y Miguel Ángel Albás directores de Ánade femenino y masculino, les acompaña Fernando Abecia encargado de Gansos y Trini, «Tía y los hijos de Arturo:Rosita y Ramón, así como Puri Alonso. Llevan consigo una imagen de la Virgen, de madera, y el objetivo del viaje es la bendición y entronización de Nuestra Señora del Tejo en la Ermita del Campamento de Ánade».
Así comienza una noticia que es historia o si prefieren una historia que es noticia. Porque, con la sencillez de una nota informativa y con la naturalidad de cualquier excursión, de cualquier viaje, se iniciaba un acontecimiento importante.
La devoción y el cariño a nuestra Madre la Virgen había hecho surgir un día el deseo de edificar una ermita a nuestra Señora en el Campamento. Todos los que que vivimos Ánade desde siempre hemos querido que Ella presida nuestro quehacer, acoja nuestras ilusiones y muchas veces, hemos acudido a Ella conocedores de nuestra pequeñez, para que proteja a ese montón de chavales, chicos y chicas, que corren por el Campamento y les ayuda a hacerse hombres, a ser mejores, a… querer más a Dios.
Frecuentemente, en estos años pasados nos hemos dirigido a la Madre para contarle nuestras inquietudes, nuestras angustias, nuestra esperanza, en nuestra diaria labor en Ánade. Por eso, porque la queremos, porque la necesitamos, porque contamos con Ella, la pensamos honrar en nuestro Campamento, llevarle nuestra plegaria, nuestro amor, nuestras flores y, a ese montón de chicos y chicas que otros días y en otros viajes, quizás sin ser noticia, subirán al Campamento y encontrarán una Ermita y una imagen de Nuestra Señora que mirándoles gozosa les muestra a Jesús.
Nuestra Señora del Tejo la bautizamos nosotros, porque el tejo es un árbol centenario que hunde sus raíces en el centro del Campamento y Ella es, ha sido y será en él, siempre, Nuestra Señora.
Los actos se iniciaron el mismo sábado día 31 a las 7 de la tarde con el rezo del Santo Rosario en la Iglesia Parroquial de Aragüés del Puerto, acto al que acudieron los vecinos de Aragüés y que finalizó con el rezo de la Salve.
Al día siguiente, primero de mayo, a las 9,30 horas y, así mismo, con asistencia de los vecinos se inició el Santo Rosario que se rezó por las calles del pueblo, al tiempo que la imagen de la Virgen era conducida en andas por jóvenes del Centro Cultural Ánade que la llevaron hasta la casa forestal, a un kilómetro del Campamento, en peregrinación.
A las 11, 15 horas llegó un autobús con los padres y chicos y chicas de Ánade y varios coches particulares de Zaragoza, Aragüés del Puerto y Jasa y presididos por el P. Alejandro, Vice rector del Colegio calasancio de Zaragoza y acompañados por el P.Artigues (Jesuita) y algunas autoridades provinciales y locales que acudieron al acto y del Presidente de Ánade se inició la Romería en su tramo final con el rezo de la tercera parte del Santo Rosario.
Al punto de iniciarse la marcha comenzó a caer la nieve y en su compañía se llegó a la Ermita en la que seguidamente el Padre Alejandro bendijo y entronizó la imagen de Nuestra Señora a la que los asistentes pasaron a besar y a continuación se ofició la Santa Misa por los sacerdotes presididos por D. José Ervás curta párroco de Aragüés del Puerto y Jasa. Pronunciaron emotivas homilias el Padre Artigues y el Padre Alejandro.
Terminado el acto religioso se ofreció un vino de honor a los presentes en el comedor del Campamento y las inclemencias del tiempo obligaron a trasladar la comida a los Salones del Ayuntamiento en Aragüés del Puerto amablemente cedidos por su alcalde.
En dichos salones se realizó una simpática fiesta en la que autoridades, hombres y mujeres de Aragüés y de Jasa, padres de Ánade y jóvenes de los pueblos y Ánade, se fundieron en cariñosa convivencia para celebrar lo que por ser de la Madre, era de todos.
Ahí queda la imagen de Nuestra Señora del Tejo y de las Nieves (que así la bautizó el Cielo) custodiada por sus hijos de Jasa y Aragüés, a la espera de ese montón de chavales que, muy pronto ya, subirán junto a Ella para vivir su emocionante aventura campamental.
Miguel Ángel Albás (mayo de 1977).